Actualmente, el consumo de tabaco es la principal causa de mortalidad evitable en todo el mundo, ningún otro producto es tan peligroso ni mata a tantas personas. Cada año mueren 4 millones de personas en el mundo por enfermedades relacionadas al consumo del tabaco, lo equivalente a una persona cada 10 segundos).

Una vez que comienzan a fumar, las personas tienen dificultades para dejar de fumar. Esto se debe a la nicotina, un químico adictivo que es un ingrediente principal en el tabaco. Pero ¿qué hace a la nicotina tan adictiva? 

Entrenamiento del cerebro

El consumo de nicotina a través de los cigarros tradicionales, electrónicos o hookah conduce a la liberación de la sustancia química llamada dopamina en el cerebro. Al igual que con muchos medicamentos, la dopamina promueve o “enseña” al cerebro a repetir el mismo comportamiento (tales como el uso del tabaco) una y otra vez. Esto también se conoce como reforzamiento. 

Pero aquí está el truco: El cerebro consigue un golpe de dopamina desde la nicotina cada vez que la persona aspira un cigarro o inhala vapor desde un cigarro electrónico que contiene nicotina. 

Círculo vicioso

Un fumador típico tiene 10 o más inhalaciones por cada cigarro por lo que en una persona que fuma alrededor de una cajetilla diaria (25 cigarros), obtiene al menos 250 inhalaciones diarias. Eso es mucho aprendizaje para el cerebro para mantener el uso de la nicotina. Por último, el uso repetido aumenta el riesgo de adicción. 

Si una persona consume nicotina a través del tabaco o vapor, los efectos reforzadores podrían ser mucho más perjudiciales de lo que el consumidor se imagina. 

Esto también podría ser la razón por la que los adolescentes que intentan el cigarro de vapor se cambian a los cigarros normales para obtener más y más de la nicotina que el cerebro demanda. 

Fuente: The National Institute on Drug Abuse Blog Team. (Febrero, 2019).

Traducción: María Sofía Pérez Almagro